Day: 9 abril, 2012

Las adivinanzas son dichos populares


Uno de los juegos más ingeniosos y divertidos para disfrutar en familia y con los amigos son las adivinanzas. Aparte de lo divertido y entretenido que es, las adivinanzas ayudan al niño a aprender a asociar ideas y palabras, a aumentar su vocabulario, etc.

Las adivinanzas son dichos populares, juegos infantiles de ingenio que tienen como meta entretener y divertir a los niños contribuyendo al mismo tiempo a su aprendizaje, y a la enseñanza de un nuevo vocabulario. También llamadas acertijos, las adivinanzas son un pasatiempo ideal para las horas de juego con los niños.

1. Alto alto como un pino,
pesa menos que un comino.
El humo.

2. Tengo patas y no ando, soy plana
y no canto, seme apoyan para
escribir y no te puedo hacer reir.
La mesa

3-Una casita con dos ventanillas
Si la miras, te pones bizco.
La nariz

4.Todos me pisan a mí,
pero yo no piso a nadie;
todos preguntan por mí,
yo no pregunto por nadie.
El camino

KANT


  Immanuel Kant (1724-1804) fue profesor de filosofía en la Universidad de Königsberg, en Alemania. Su obra más famosa «La crítica de la razón pura» apareció en 1781. Kant permaneció soltero y llevó una vida metódica y sin sobresaltos. Un autor muy preocupado por el pensamiento humano y por cómo conocemos la realidad sostuvo que existe unconocimiento a priori sobre la realidad de las cosas y luego nuestra mente añade su propio orden a las sensaciones (conocimiento a posteriori), no tenemos una mente pasiva. Dijo además, que debe establecerse una distinción entre un fenómeno y un nóumeno. El primero se refiere a una idea o percepción, es la manera en que las cosas se nos aparecen en la mente. El nóumeno, por el contrario, se refiere a la «cosa-en-sí», la existencia efectiva de un objeto. Esta diferenciación nos sugiere que nunca podemos conocer la realidad directamente, que somos prisioneros de nuestros órganos sensoriales y de las percepciones de nuestra mente.
     Los discípulos de Kant son los psicólogos de la conciencia: según William Hamilton (1636-1704), la psicología debe investigar los fenómenos de la conciencia por la observación externa y la estadística. Johan Herbert(1776-1841), otro discípulo de Kant y sustituto en su cátedra de Königsberg (Alemania) hace una importante aportación diciendo que «lo que tenemos en la conciencia varía continuamente». No podemos retener ni un pensamiento, ni un estado de ánimo, no hay nada que permanezca. Todo lo que hay en la conciencia fluye en el tiempo, no en el espacio, y no podemos hacer ciencia de algo que varía constantemente, que no tiene estabilidad.

     En este momento histórico aparecen también una serie de autores escoceses como Thomas Reid (1710-1796), que se plantea la pregunta de cómo puedo estar seguro de que lo que veo y siento es real, no una alucinación. La respuesta que da a esta pregunta es que lo reconocemos gracias al sentido común. A esta escuela se la llama la Escuela del Sentido Común. Por otro lado, Dougald Stewart (1753-1828) destaca la importancia de la atención como algo mental. Cuando hay varios sonidos, personas, objetos, centramos nuestra atención en una cosa, que es la figura y el resto para nosotros será el fondo, lo que queda en un segundo plano, que constantemente va variando. La atención es algo que varía y con ella nuestra percepción y motivación. Finalmente, Destutt de Tracy (1754-1836) hace la aportación de la intuición dentro de nuestro pensamiento, que es una especie de sexto sentido; la persona sabe algo, pero no puede decir porqué lo sabe o en qué se basa este conocimiento. wikipedia FUENTEImagen